Sin Paliativos II, Intromisiones

Publicado el 01/12/2021

Si bien el primer punto del contenido de este segundo volumen de A Trancas y Barrancas sí que pertenece a la Economía como tal pues su pretensión es explicar cómo la Universidad, la Educación y la Investigación sí que aportan al crecimiento de una economía, las siguientes entradas, referidas a la Cultura, la Fraternidad y el Nacionalismo son más bien parte de un cierto interés por mi parte en la Filosofía y la Política.

Porque no dejo de sentirme extraño en esas áreas se comprende que ninguna de las 9 entradas, tres por cada apartado, haya sido publicado en un lugar adecuado a la materia correspondiente o a la ambición que entrañan. Seis no han sido publicadas y las tres restantes lo fueron en la Revista de Occidente, el Boletín de la Fundación BBV y en el Boletín Oficial del Estado y casi todas ellas entre el año 94 y el 98.

Estos fueron años en los que no prestaba mucha atención a mi futuro académico aunque esto último no tiene justificación y quizá tampoco sea del todo cierto pues curiosamente aquí resaltan dos trabajos surgidos de dos conferencias académicas. Una tuvo lugar en Valladolid, en cuya universidad obtuve mi primer grado universitario, y la otra en el Club Cultural de Bidebarrieta, todo un hito para un bilbaino irredento como yo soy y que curiosamente trataba sobre el Relativismo Cultural, idea esta en cuyo reino he vivido siempre sin que ello me haya privado de tener ideas firmes sobre la Fraternidad o el Nacionalismo.

Puede muy bien ocurrir que ese Relativismo Cultural sea consustancial a mi obra, si puedo hablar con ese nombre de mis contribuciones varias y dispersas, en cuyo caso no sería de extrañar que mis trabajos fueran buenos candidatos a una producción a granel con ciertas aportaciones selectas. No puedo afirmarlo con rotundidad pero pienso que el hecho ya mencionado en la entrada anterior de aplicar teoría de juegos a materias como las tratadas en este segunda parte de A trancas y Barrancas era a la sazón bastante arriesgado y sin embargo dio origen a ideas creo que originales sobre la Fraternidad y sobre la influencia de ésta en el Nacionalismo.

Tanto la Fraternidad como el Nacionalismo pueden de hecho entenderse como el resultado de la emergencia de unas ciertas maneras sociales cuya explicación puede hacerse con limpieza y claridad a partir de un modelo de juegos no cooperativos para mostrar que, en ese contexto, puede surgir una solución con aparente y obvio carácter cooperativo.